Medir la huella de carbono es solo el primer paso.
El verdadero valor de una estrategia climática está en lo que viene después: reducir emisiones con un plan estructurado, medible y coherente a nivel global.
Para las empresas internacionales, el reto es doble: establecer objetivos comunes y aplicarlos en contextos diferentes —con factores de emisión, fuentes energéticas y capacidades operativas que varían por país.
Definir un plan global de reducción de emisiones no es solo una cuestión técnica, sino una decisión estratégica que conecta sostenibilidad con eficiencia, reputación y rentabilidad.
1. Diagnosticar con precisión: conoce tu punto de partida
Antes de fijar objetivos o acciones, necesitas entender tu huella actual.
Un diagnóstico sólido debe responder tres preguntas clave:
1️⃣ ¿Dónde se concentran las emisiones? (por país, centro o actividad).
2️⃣ ¿Qué alcances son más relevantes? (1 y 2 suelen ser los iniciales; el 3, el de mayor impacto).
3️⃣ ¿Qué datos están verificados y cuáles requieren mejora?
Una empresa global no puede basar su estrategia en promedios o estimaciones parciales.
La calidad del plan depende directamente de la calidad del dato.
Con Sygris Carbon Footprint, cada filial reporta su inventario de forma estandarizada, y la sede consolida automáticamente las emisiones globales con trazabilidad total.
2. Fijar objetivos realistas y coherentes con la ciencia
Un buen plan no se mide por su ambición, sino por su credibilidad.
Los objetivos deben ser SMART (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales) y, siempre que sea posible, alinearse con la iniciativa Science Based Targets (SBTi) y el Acuerdo de París.
Ejemplo práctico:
Reducir un 35 % las emisiones absolutas de Alcances 1 y 2 en 2030 respecto a 2024,
combinando eficiencia energética, electrificación de flotas y energía renovable.
Consejo Sygris:
Fija un objetivo global corporativo y deja que cada país o unidad defina sus trayectorias locales.
Así garantizas coherencia sin perder realismo operativo.
3. Diseñar medidas de reducción con impacto real
Un plan global no puede limitarse a intenciones.
Debe traducirse en acciones concretas y medibles, priorizando las que generan mayor reducción por coste invertido.
Tipos de medidas habituales:
| Tipo | Ejemplo | Horizonte | Potencial |
| Eficiencia energética | Modernización de equipos, iluminación LED, aislamiento | Corto plazo | Alto |
| Energías renovables | PPAs, autoconsumo solar, eólica | Medio plazo | Muy alto |
| Electrificación | Sustitución de calderas o flotas fósiles | Medio plazo | Alto |
| Movilidad sostenible | Teletrabajo, vehículos eléctricos, transporte compartido | Corto plazo | Medio |
| Economía circular | Reducción de residuos, reciclaje, reutilización | Largo plazo | Variable |
Con Sygris puedes simular escenarios de reducción y curvas de abatimiento, calculando el impacto y coste (€/tCO₂e evitada) de cada medida antes de implementarla.
4. Establecer gobernanza y seguimiento continuo
Un plan global de reducción solo funciona si se gestiona con rigor.
Debe incluir estructuras de gobernanza y revisión que aseguren su cumplimiento:
- Comité global de sostenibilidad con responsables regionales.
- Revisión anual del progreso y actualización de objetivos.
- Integración de KPIs de reducción en los indicadores de desempeño financiero.
- Transparencia interna y externa: publicar avances y resultados.
La trazabilidad es clave.
Cada dato, ajuste y validación debe quedar registrado.
Esto simplifica auditorías, aumenta la credibilidad y permite tomar decisiones basadas en evidencia.
5. Comunicar el progreso con transparencia
Un plan de reducción efectivo no se oculta: se comunica.
Publicar los avances genera confianza en empleados, inversores y clientes.
Y, además, refuerza la reputación de la empresa como actor responsable y comprometido.
Buenas prácticas internacionales:
- Usar métricas comparables (tCO₂e/ingresos, tCO₂e/unidad producida).
- Reportar de forma visual y clara (dashboards, gráficos de tendencia).
- Explicar las lecciones aprendidas y próximos pasos.
Conclusión
Definir un plan global de reducción de emisiones no es solo una exigencia ambiental, sino una decisión de negocio inteligente.
Las empresas que lo hacen bien reducen riesgos, optimizan recursos y fortalecen su posición frente a reguladores, clientes e inversores.
Con una plataforma que unifique datos, trace decisiones y conecte equipos, el reto se convierte en oportunidad.
En Sygris ayudamos a compañías internacionales a planificar, ejecutar y monitorear su descarbonización con rigor y visión global.
Medir, publicar, reducir — con Sygris, no con promesas.
📘 Descarga la Guía de Huella de Carbono 2026