Las emisiones de CO2 a la atmósfera, entre otros gases de efecto invernadero, son la principal causa de las alteraciones climáticas que estamos viviendo. La ONU lanza un ultimátum, o imponemos medidas urgentes o el cambio climático no tendrá freno.
“Intensa ola de calor en el noroeste de EE.UU. y Columbia Británica”. “Inundaciones históricas en Alemania y Europa Occidental”. “Nueva York, Filadelfia y Washington envueltas en el humo de los incendios que asolan al país”.
Son solo algunos de las decenas de titulares que se han publicado en el último año respecto a las consecuencias del cambio climático en el planeta. Pero no hace falta irse tan lejos:
“España enfila la recta final del verano con los embalses a su peor nivel en casi 30 años”. “La ola de calor deja al menos nueve provincias con alto riesgo de mortalidad”. “El Mediterráneo está hirviendo, la cantidad de calor acumulada es enorme”. “La ola de calor reduce las producciones agrarias claves y eleva aún más los costes”.
Estos titulares aparecieron en los medios españoles durante el verano de 2022. Según el informe “Efectos del cambio climático en España” realizado por la Agencia Estatal de Meteorología, en la última década en nuestro país, más de 32 millones de personas se han visto ya afectadas, de una forma u otra, por las consecuencias del cambio climático.
Cómo afecta a las personas
Además de desastres naturales como inundaciones, sequias u olas de calor extremas, el cambio del clima afecta directamente a las personas y es la causa de cada vez más enfermedades mortales. Un estudio publicado recientemente por Nature Climate Change reveló que más de un tercio de todas las muertes relacionadas con el calor están provocadas por el calentamiento global.
La subida de las temperaturas, la contaminación del aire por los incendios o la proliferación de enfermedades transmitidas por vectores, como el virus del Nilo Occidental o la malaria, son algunos de los numerosos riesgos que amenazan actualmente al bienestar humano.
Pero eso no es todo. El cambio climático también afecta a la salud mental de las personas. Las catástrofes naturales y las subidas de temperatura tienen una relación directa con el aumento de los casos de ansiedad, depresión o trastornos de estrés postraumático.
¿Cuál es una de las principales causas de estos cambios en el clima y en las temperaturas? Las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Ahora o nunca
La ONU lanza un mensaje respecto al cambio climático: “ahora o nunca”.
Los gases de efecto invernadero en la atmósfera se encuentran en los niveles más altos de la historia. En el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU señala que para frenar esa tendencia de calentamiento global es imprescindible que las emisiones de GEI se reduzcan a la mitad en 2030 con respecto a los niveles de 2010 y continúen en esta trayectoria de reducción hasta alcanzar la neutralidad en 2050.
Si no se toman medidas urgentes ahora, la humanidad no conseguirá evitar un incremento superior a 1,5º C en la temperatura global y el planeta experimentará cada vez más impactos climáticos extremos: mayores tormentas y más intensas, sequías prolongadas, incendios incontrolables, aumento del nivel del mar, cambios en los ámbitos en los que pueden vivir los animales…
Agentes en acción
Pero no todo son malas noticias. Hay que destacar que cada vez se observa una mayor acción climática por parte de los agentes implicados. Entre 2010 y 2019 el ritmo al que aumentaron las emisiones de gases de efecto invernadero fue más lento que en la década anterior.
En este sentido, son muchos los países que luchan por reducir sus emisiones aplicando políticas para mejorar la eficiencia energética; acelerando el despliegue de tecnologías de energía limpia; o reduciendo su tasa de deforestación, entre otras medidas. La ONU insiste en que «tenemos las herramientas tecnológicas y las políticas que permitirán reducir estas emisiones, pero debe existir la voluntad política y socioeconómica de aplicarlas».
La implicación de las empresas es clave para conseguir reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, en concreto de CO2. Desde Sygris ayudamos a muchas compañías a medir su huella de carbono y poder así tomar las medidas oportunas para compensarla y reducirla, ¿hablamos?
