Son términos que pueden parecer similares pero que realmente no significan lo mismo, ¿sabes en qué se diferencian? ¡Te lo contamos!
Según los objetivos fijados en el Acuerdo de París, ya solo quedan 28 años para alcanzar las cero emisiones netas mundiales. Por ello, términos como carbon neutral, carbon zero o clima positivo, que ya se utilizaban desde hace tiempo, han ganado un gran protagonismo en los últimos años.
Para poder comprobar que tanto los países como las propias empresas están tomando medidas para reducir, compensar e incluso borrar su huella de carbono, es vital comprender estos términos.
- Carbon neutral:
Cuando hablamos de la neutralidad, nos referimos a eliminar de la atmósfera tanta cantidad de CO2 como la que emitimos. Es decir, conseguir un balance a cero entre la emisión de carbono y la absorción de esta.
La mejor forma de lograr este equilibrio es reducir, lo máximo posible, las cantidades de carbono y otros gases de efecto invernadero que se emiten a la atmosfera. La situación ideal sería aquella en la que no se emite más CO2 del que los sumideros naturales, como los bosques u océanos, pueden absorber. Sin embargo, actualmente estos sumideros naturales solo consiguen eliminar entre 9,5 y 11 Gt de CO2 cuando las emisiones anuales de CO2 llegan a alcanzar los 38 Gt, provocadas fundamentalmente por la acción del hombre.
- Carbon Zero:
Carbono cero quiere decir que no se producen emisiones de carbono derivadas de un producto o actividad, por lo que no es necesario capturar ni compensar el carbono. Sería el caso, por ejemplo, de un edificio que no utiliza combustibles fósiles, sino que está desconectado de la red y funciona solo con energía solar.
- Carbon negative o clima positivo:
Ser clima positivo significa ir más allá de lograr emisiones netas; se trata de extraer más emisiones nocivas de las que se generaron durante una actividad o ciclo de vida. En otras palabras, quiere decir que además de absorber las propias emisiones de CO2, se implementan medidas complementarias con el objetivo de lograr una cantidad negativa de emisiones y crear así un beneficio medioambiental.
Un ejemplo de neutralidad: Bayer
El mes pasado, nuestro cliente Bayer anunciaba un gran hito: su sede en Sant Joan Despí (Barcelona) conseguía la neutralidad en emisiones de CO2. Para ello, la multinacional llevó a cabo la revisión total de sus infraestructuras con criterios de eficiencia energética, reducción de residuos y máximo aprovechamiento de los recursos naturales. Las emisiones residuales procedentes de la cocina para empleados del centro se compensarán gracias a un acuerdo con Reforesta, una asociación sin ánimo de lucro dedicada a la limpieza, reforestación y mantenimiento de bosques y espacios naturales en Cataluña.
Con este logro, Bayer sigue caminando a buen ritmo hacia su objetivo de neutralidad climática en sus centros de todo el mundo para 2030.