El Consejo Europeo ha dado un paso decisivo para reforzar la competitividad y modernizar la legislación de la Unión Europea. El Comité de Representantes Permanentes de la Unión Europea (Coreper) ha aprobado la negociación del Consejo para la propuesta de Directiva «Stop-the-Clock», incluida en el paquete «Ómnibus I» presentado en febrero de 2025 por la Comisión Europea.
Esta iniciativa busca racionalizar la normativa en materia de sostenibilidad, retrasando la aplicación de determinados requisitos de presentación de informes corporativos y obligaciones de diligencia debida. Entre las medidas propuestas destacan:
- Postergación de la CSRD: Se pospondrán dos años los requisitos para que las grandes empresas, que aún no han comenzado a informar, y las pymes cotizadas se adapten a la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa.
- Extensión en la CSDDD: Se ampliará en un año el plazo de transposición y la fase inicial de aplicación de la Directiva de Debida Diligencia en Sostenibilidad Corporativa, dirigida a las empresas de mayor tamaño.
Además, este acuerdo entre los co-legisladores abre la puerta a negociar cambios sustanciales en la CSRD y la CSDDD, consolidando el compromiso de la Comisión Europea por simplificar y agilizar la normativa. El Parlamento tiene previsto votar el 1 de abril para solicitar un procedimiento de urgencia en torno a esta propuesta, mientras que el 20 de marzo los dirigentes de la UE reafirmaron la necesidad de adoptar rápidamente estos paquetes, apuntando a tenerlos implementados para junio de 2025.
La estrategia de simplificación, respaldada tanto por el Consejo de Asuntos Económicos y Financieros como por el de Competitividad, marca un hito en los esfuerzos de la Comisión para impulsar una legislación más clara y adaptada a las exigencias actuales en sostenibilidad.
Seguiremos pendientes de cómo evoluciona la Ómnibus.