La Unión Europea quiere que la información corporativa en materia de sostenibilidad presentada por las empresas sea útil, comparable, fiable y accesible. ¿Quieres saber más sobre esta nueva directiva? ¡Sigue leyendo!
La Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD por sus siglas en inglés) acordada por el Consejo y el Parlamento Europeo supone una revolución para la forma de trabajar de las empresas. Con estas nuevas normas se inicia una nueva era en el apartado del reporte corporativo ya que, además de proporcionar información comparable y procedente, obligará a las empresas a priorizar la sostenibilidad y el largo plazo en todas sus actividades.
El reporting de esta información no es algo nuevo: la CSRD sustituye a la anterior directiva de 2014 sobre información no financiera (NFRD). Además, se enmarca dentro de las políticas del Pacto Verde Europeo, una serie de medidas destinadas a combatir la crisis climática, a la vez que convierte a la UE en una economía moderna y competitiva, eficiente a la hora de usar los recursos y sin emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050.
¿Quiénes están obligados?
Con esta nueva directiva, el ámbito de aplicación se amplía considerablemente. En la actualidad, son 11.600 las empresas europeas que están obligadas a reportar su información no financiera; con la nueva normativa, serán ya 49.000 empresas de la UE las que deban informar sobre la sostenibilidad de su negocio:
- En primer lugar, se aplicará a todas las empresas que cotizan en los mercados regulados de la UE (excepto microempresas).
- También se aplicará a las grandes empresas europeas o las filiales de empresas no perteneciente a la UE, pero presentes en su territorio. La definición de gran empresa se recoge en la propia directiva y significa que cumple, al menos, con dos de estos requisitos:
- Una facturación superior a 40 millones de euros.
- Un balance total de 20 millones de euros.
- Más de 250 empleados durante el ejercicio.
- Por último, la CSRD también se aplicará a empresas de seguros y entidades de crédito, independientemente de su forma jurídica.
Pero no todas las empresas europeas están obligadas a acatar la nueva directiva. Por ejemplo, una empresa filial estaría exenta si la empresa matriz la incluye en su informe. Además, las microempresas cotizadas y las PYMEs no cotizadas quedan fuera del ámbito de aplicación, pero, si lo desean, pueden cumplir con las disposiciones de forma voluntaria.
¿Cuándo deberán aplicarlo?
A partir de 2024, serán varias las empresas que deberán comenzar a reportar según la CSRD, es decir, en línea con los estándares obligatorios de reporte de sostenibilidad de la UE y con una garantía por parte de auditarías externas acreditadas.
En concreto, las fases de aplicación de la normativa se dividen en tres:
1 de enero de 2024 para aquellas empresas que ya se encuentran sujetas a la directiva sobre divulgación de información no financiera.
1 de enero de 2025 para las grandes empresas que no estén actualmente sujetas a la directiva NFRD y que superan los 250 empleados.
1 de enero de 2026 para las pequeñas entidades de crédito y las empresas de seguros, asi como las PYMES cotizadas. Para estas últimas existe una cláusula de «exclusión voluntaria» hasta 2028.
¿Qué consecuencias tiene para las empresas?
Además de marcar un cambio significativo en la presentación de informes corporativos, la CSRD reducirá los costes innecesarios en la presentación de dicha información. Utilizando los estándares recogidos en la normativa, las empresas podrían ahorrar ya que estos estándares eliminan la necesidad de solicitudes de información adicional.
Además de una mayor rentabilidad, la directiva supondrá para las empresas:
- Divulgar más información que antes. La información comunicada debe ser coherente con los reglamentos de la UE, incluida la taxonomía europea, y aplicar una visión prospectiva y retrospectiva. También debe considerar los horizontes a corto, mediano y largo plazo, y el conjunto de la cadena de valor de la empresa.
- Transformar la forma en la que abordan la toma de decisiones y cómo las comparten con las partes interesadas.
- Facilitar el acceso a la información publicada. Las empresas deben garantizar que los informes publicados se divulguen en un formato digital y de lectura automática (etiquetado digital).
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